El arte plateresco es ante todo un arte arquitectónico español. Se da en las edificaciones, pero no en otras manifestaciones artísticas relevantes como la música o la literatura. También, el plateresco es ante todo, una arquitectura de estado: es decir es un elemento ideológico de los reyes católicos, y parcialmente, de Carlos V y Felipe II. Camón Aznar lo define así: “Tras este complejo estilístico, en el que confluyen todos los ideales hispánicos de la Baja Edad Media, es natural que nuestro Renacimiento adquiera modalidades absolutamente nacionales. Tras este goticismo exasperado, sin tránsito cronológico apreciable, nuestros arquitectos se asimilan el Renacimiento. Y este movimiento de raíz clásica nace en el regazo del estilo más atrozmente distinto que haya podido existir en la historia del arte. Las mismas manos que tallaban las picudas floraciones, los animales vivos, la fauna y la flora más selvosas y montaraces, acarician después la superficie de los temas renacientes con...
Junto con las naves de Colón arriba al Nuevo Mundo el arte plateresco; afirma Camón Aznar: “Ya en su segundo viaje llevó Colón al aparejador Zafra. En 1510 embarcan en la nave Santiago, para La Española (Santo Domingo) los maestros canteros Juan de Herrera y Ortuño de Bretendón y varios oficiales obreros. El maestro de la catedral de Sevilla, Alonso Rodríguez, en 1510 se compromete a dirigir las obras que hagan los obreros antedichos”. No obstante el plateresco, a pesar de su difusión por América tuvo un terrible enemigo: el barroco: en el siglo XVII y XVIII la riqueza y el poder de los colonos españoles les permite construir un sinnúmero de edificios barrocos sobre las ruinas de muchos edificios platerescos. Pocos habrán de sobrevivir, la mayoría, como en España, mezclados con otras formas arquitectónicas. De todos esos esfuerzos del renacimiento español se conservan, entre unos pocos en América, los primeros conventos de los monjes agustinos en México. (Fachada del convento de Ocu...